divendres, 5 de febrer del 2010

AVATAR



Desde hace unas semanas un virus terrible se expande por todos los rincones de la Tierra sin que al parecer, haya un antídoto que lo pueda exterminar. Nadie está a salvo de esta amenaza espeluznante que todo lo arrasa a su paso sin tener en cuenta raza, sexo o edad. Un virus que convierte al de 28 días después en un mero resfriado. Un virus llamado Gripe A. A de AVATAR.

Cada día me tropiezo con una infinidad de infectados que deliran sin parar. Creen haber visto la octava maravilla del mundo, un milagro a tocar de sus gafas 3D. Y ese milagro, esa proeza, no es más que un truco de magia barato. Un truco de un gran trilero eso sí. Un trilero que supo engañarnos hace ya años y que ahora nos repite su mejor truco. Allá por el 97 nuestro famoso trilero se proclamaba a sí mismo rey del mundo contando una "bonita" y épica historia de amor. Un chico humilde se embarcaba en un viaje que debía llevarlo a la tierra prometida. Allí conocía a una bella mujer que representaba todo aquello que él había deseado. Pero que pertenecía a un mundo completamente opuesto al suyo. Gracias a la ayuda de Kathy Bates se hace pasar por rico y conseguía acercarse a la chica. Juntos luchaban por su amor contra viento y marea cuando el destino quiso que el barco se hundiera y ellos aún separándose, quedaran unidos para siempre. Ahora cambiad tierra prometida por Pandora. Kathy Bates por Sigourney Weaver, rico por avatar, destino por guerra y barco por árbol y ¡voilá!. El trilero nos ha invitado una vez más a encontrar la bolita y le hemos regalado 10€. ¡Ai, no disculpad! Que en esta al final no muere nadie, casi pero no. De acuerdo, el final es diferente. ¡GRACIAS JAMES ERES UN GENIO! Te deseo la mayor de las suertes en los Óscar y espero que no te enfoquen sentadito en la butaca mostrándonos tu mejor de las sonrisas falsas mientras ves como recoge la estatuita la directora de "En tierra hostil" Kathryn Bigelow. La que por casualidades de la vida resulta ser tu ex mujer.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada